Les comparto un texto de Fabiana Tron, activista lesbiana:
» Yo no me considero una mujer, no puedo nombrarme mujer porque «mujer» es parte de los discursos y prácticas sobre nuestros cuerpos, identidad de género y sexualidad que nos limitan, nos oprimen y no son suficientes para describir la vasta y rica diversidad de la experiencia de las lesbianas. Porque no podemos con «mujer» abarcar a todas las que podemos comprender dentro de «lesbianas» ,desde las lipstick( carmín o lápiz de labios) ultrafemeninas, a las stone butch( las más masculinas), pasando por las femme,las butch, marimachas o machonas, las andróginas, las que están en algún punto entre los extremos o se desplazan por muchas posibilidades, las que jamás se acostaron con un hombre, las que tuvieron o tienen alguna relación amorosa y sexual con un hombre(hetero, bi, gay) o con una persona transgénero o transexual, travestis, drag queens, drag kings o con una persona intersex, las sadomasoquistas, las que prefieren el sexo vainilla, las que utilizan juguetes incluyendo dildos, las leather, las tortas, las gays,las que tienen cromosomas XY, las que tienen roles fijos, las que tienen roles simétricos, las que están en pareja con mujeres bisexuales o heterosexuales, las que toman testosterona.»
» No me considero una mujer, pero uno de los mayores prejuicios acerca de las lesbianas y el que sostiene la lesbofobia y está basado en el miedo a la confusión de género, es que queremos ser hombres. Puede ser que algunas lesbianas quieran serlo, de hecho muchas personas a las cuales se les ha asignado el género mujer al nacer, viven algún tiempo como lesbianas antes de convertirse en transexuales de mujer a varón, pero la mayoría de nosotras no queremos ser hombres. Ahora bien, si no soy mujer, pero tampoco soy un hombre, ¿qué soy?. «Yo me considero una persona transgenérica de mujer a lesbiana «, no soy hombre, no soy mujer , soy otra cosa bajo el sol. La biología no es destino, y esa es nuestra pancarta.»
Hay múltiples experiencias que permiten escapar a la norma para ampliar el marco de lo inteligible donde cada cual pueda encontrar más allá de las clasificaciones el punto de su goce.( Bibliografía:» Che¿vos te diste cuenta que sos mujer?, de Fabiana Tron).
Lic. Dolores Rueda