Sexualidad explícita

En las últimas consultas que he recibido me ha llamado la atención la cantidad de mujeres que refieren no haber sentido un orgasmo nunca a pesar de tener relaciones sexuales desde hace mucho tiempo y ésto también coincide con  que nunca se han autoexplorado. Creían que su pareja, hombre, iba a saber  qué hacer , cómo hacerlo, dónde hacerlo, para hacerlas «sentir eso».Además son mujeres a quienes les cuesta pedir algo para ellas mismas, placer en este caso, digo «sexualidad explícita» ya que aunque parezca poco espontáneo, de sexo hay que hablar y mucho!, así, asá, más fuerte, más despacio, así no.Otra característica es que en cada encuentro sexual puede hacerse más lo que le gusta a uno que a otro, y de nuevo » casi como para no molestar» , termina la relación en pocos minutos, quedándose con el sabor amargo de , ésto era todo? Y sin pedir, aclarar, de qué forma les gusta más a cada una de ellas. Es interesante observar que en el sexo lésbico, esta consulta( la falta de orgasmo) prácticamente no aparece. Será porque el sexo deja de ser coitocéntrico y se concentran más en las sensaciones de todo el cuerpo?.

Pareciera que en esta época se habla de todo, que ya la sexualidad no es tabú, pero en el consultorio se escuchan  otras cosas, mucha falta de «especificidad», no para lograr un encuentro perfecto ni siempre satisfactorio pero quizás algo más de «encuentro y de placer» para ambas partes. Dice Lacan que «la relación sexual no existe», refiriéndose a que el encuentro nunca es » perfecto», «armónico», » satisfactorio», » tal cual se lo esperaba», pero creo que las relaciones se pueden mejorar ampliamente si cada miembro de la pareja se anima a correr riesgos y decir lo que les pasa con su sexualidad. Compartir algo de las fantasías de cada uno, arriesgar a que el otro sepa más de mi secreto mundo íntimo,animarse a expresar deseos sin ser juzgados por el otro.

Por último tener» un amante», entendiéndose ésto como una pasión fuera de la pareja, hace que la motivación por estar juntos a lo largo del tiempo pueda llegar a lograrse, un «tercero en la pareja», puede ser cualquier cosa que nos entusiasme además de nuestro paternaire, un estudio, un trabajo motivador, un hobby, un deporte, algo que nos «cause» y que haga que sigamos alimentando nuestra libido desde diferentes fuentes.Pero además de cultivar el deseo hay que trabajar en ser «explícito» con el compañero/a, a no esperar a que el otro/a, adivine!

Lic. Dolores Rueda

 

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