Hoy quería compartirles algo interesante de la clínica con lxs pacientes que consultan sobre sus asuntos sexuales.La escena y el detrás de escena.
Selene, de 25 años consulta sobre su imposibilidad de llegar a un orgasmo, ni en la masturbación ,ni en la relación con un otrx.Su aspecto es exhuberante, sensual.Magnética por donde se la mire, pero por supuesto no se percibe suficientemente atractiva.Dice no tener ninguna dificultad de apertura sexual en sus encuentros íntimos, pero refiere que lo único que quiere, es que sus compañeros terminen pronto y pasar a otra cosa.Sin embargo siente una gran curiosidad por saber de qué se trata un orgasmo,lo busca desesperadamente,y este se le escapa.Va cambiando de parejas sexuales,y nada ni nadie la satisface.Prueba con pornografía hetero y homo.Nada.Viene por «tips».Quiere lograr el objetivo, la meta, pero no le interesa degustar el camino.No confía en nadie y necesita tener el control todo el tiempo.
Va por el camino contrario a encontrar el goce…o goza con no gozar?
Ricardo, 68 años,consulta porque no logra tener una pareja donde sienta reciprocidad afectiva sin intereses económicos de por medio.Cada vez que conoce a alguien, la invita, paga siempre él y las ayuda económicamente casi desde el primer momento.Su arma de seducción es ubicarse en el que paga, de hecho a una de ellas le dejaba dinero en su billetera para la «sube», no se la daba en mano.Cambia de pareja luego de sufrir un «robo hormiga» y en la nueva relación repite el mismo sistema, mujeres que sean más desvalidas que él, que lo necesiten económicamente hablando.Está entrampado en esa forma de gozar y lamenta no saber recibir afecto sin tener que «pagar».
¿Una dinámica de gozar arrastrada de una sexualidad que se inició y continuó por mucho tiempo con trabajadoras sexuales?
Julieta de 19 años consulta porque no puede entablar lazos sociales casi de ningún tipo,menos eróticos.Estudia una Carrera de Investigación donde en sus prácticas pasa mucho tiempo mirando por microscopios.En su tiempo libre le gusta mucho sacar fotos,nunca de ella.Ella siempre detrás de escena.En los zoom de la Facultad siempre está con su cámara apagada.Reconoce que le gusta mucho mirar pero no ser mirada, aunque dice desear una relación…pero sin que la miren…Distinto de Marisa, de 32, que dice que le gusta mucho que su novio la mire, ver la mirada de deseo de él,pero que no pase nada sexual.Aunque tiene una íntima relación diaria con su vulva.
Dos situaciones diferentes, donde el autoerotismo en formas diversas le gana al lazo con el otro.
Lic. Lola Rueda