Existen opiniones muy diversas sobre el famoso punto G en la comunidad científica, desde que no existe y que es un mito hasta que es la parte ¨interior del clítoris¨, como si fuera la espalda de este. Para los sexólogos que lo reconocen, y las mujeres que lo percibieron por tacto lo definen como un botón acanalado de 1 o 2cm de grosor, en la parte frontal interior de la vagina detrás del hueso del pubis, si imaginamos un pequeño reloj en el interior de la vagina marcaría las doce en dirección al ombligo.Lo descubrió Ernest Grafenberg hace más de 30 años, a él se debe su nombre. Cuando se lo estimula puede aumentar su tamaño. La respuesta sexual femenina es tremendamente diversa, hay mujeres que refieren orgasmos vaginales( y estos casos podría pensarse que es por estimulación de esta zona), pero aún así la mayoría de los investigadores creen que es por fricción indirecta del clítoris y según dónde está ubicado anatómicamente éste en relación a la vagina.
Odile Buisson, sexóloga francesa, publicó en 2008 estudios donde documentaba diferencias de grosor del espacio uretrovaginal entre las mujeres que tenían orgasmos por contacto en el punto G y las que no.La interpretación de Buisson es que, al ejercer presión intensa en la parte frontal de la vagina, si el espacio uretrovaginal es más estrecho, se podrían alcanzar las estructuras internas del clítoris, y ese contacto indirecto con el clítoris interno sería lo que produciría el intenso placer.
Conclusión: El clítoris sigue siendo según todas las fuentes el principal disparador del orgasmo, por fricción directa o indirecta.
Lic. Dolores Rueda