El vaginismo es la aparición persistente de espasmos involuntarios de la musculatura del tercio externo de la vagina, que interfiere en el coito. La alteración provoca malestar o dificultad en las relaciones interpersonales.
Ese espasmo o estrechamiento del introito de la vagina por tensión muscular se produce ante la inminencia de una posible penetración, por lo que puede entenderse como una evitación de la penetración de carácter involuntario. De manera más o menos consciente, esta respuesta expresa un miedo o rechazo a la penetración.
También es importante no confundir en la práctica clínica con un trastorno de la excitación sexual, donde no habría dilatación ni lubricación vaginal, haciendo difícil o doloroso todo intento de penetración, pero donde no hay un espasmo(contracción) muscular de la vagina.
Este trastorno puede estar asociado a una fobia al acto sexual, y causa serios problemas ya que impide la consumación de la relación sexual.Además es habitual la queja de la persona que lo padece, ante el miedo de perder a su pareja. Frecuentemente puede venir unido al trastorno orgásmico, pero no siempre es así, pudiendo la mujer,por ejemplo,lograr sus orgasmos por masturbación.En muchos casos ha sido base para un estilo de relaciones sexuales sin penetración pero con masturbación recíproca y/o sexo oral, alcanzando ambos el orgasmo por esos medios.
De alguna manera esta respuesta está asociada, consciente o inconscientemente, con el dolor experimentado, supuesto o fantaseado que causaría la penetración.
Posibles causas:
Creencias que implican una visión negativa del acto sexual por motivos religiosos o por fantasías que la relacionan con un acto de violencia o una violación. También puede haber un temor al embarazo, y las experiencias de abuso sexual son un posible factor. El miedo a una infección es común que aparezca también.
Tratamiento:
En primer lugar siempre es conveniente explorar y abordar las posibles creencias de la paciente asociadas al acto sexual y/o a la penetración, descartar temor al embarazo o un conflicto de pareja.
El chequeo médico es muy importante para descartar causas físicas como un himen muy resistente, lesiones anteriores o irritaciones, así como la tonicidad muscular en la plataforma pelviana y estados de hipertensión muscular crónica. Aunque un problema en general es la dificultad para examinar a estas pacientes en tanto toda penetración es temida y rechazada. La personalidad y el estilo del terapeuta y del médico son decisivos para el tratamiento ya que son pacientes a quienes les cuesta mucho confiar. Se requiere mucha paciencia, calidez y escucha para acompañarlos.( Introducción a las terapias sexuales, de Julio Camerini).
Lic. Dolores Rueda