Hace tiempo que quiero escribir esta nota, luego de leer a Marlene Wayar en «Travesti, una teoría lo suficientemente buena»( copiando a Winnicott, psicólogo, que hablaba de la «madre suficientemente buena»), y a Virginia Despentes en Teoría King Kong».
Marlene, una travesti ,dice que para comprender la diversidad sexual, no quiere explicar lo que es Ser Trans o Travesti, sino que quienes asisten a sus talleres encuentren algo de esto en cada uno de ellos/as/es.
Así como resulta fácil para cada persona encontrar en sí mismo/a, rasgos obsesivos, fóbicos, histéricos y no le da temor reconocerlos, decirlos y hasta hacer chistes sobre estas características, lo mismo ocurre con los rasgos homo o trans. En cada uno de nosotros/as, en la forma de distintas expresiones cotidianas, sexuales o no, si somos buenos observadores de los otros/as y de nosotros/as mismos/as las encontraremos.
Por ejemplo en diez parejas heterosexuales, sus encuentros íntimos son bien diferentes, y las dinámicas, puntos de goce, posiciones, la forma de utilización de juguetes sexuales podrían dar cuenta de estos rasgos(homo y trans) en cada uno, más todas las fantasías sexuales dichas y no dichas que se suman al momento del encuentro sexual. La teoría dice que las parejas que mejor se llevan son quienes pueden satisfacer estos distintos rasgos en sus encuentros íntimos o sublimados en otras acciones, por ejemplo laborales, deportivas, sociales, etc.
Otro ejemplo de sublimación podría observarse en parejas heterosexuales donde una homosexualidad inconsciente del varón podría manifestarse en una elección de pareja mujer especialmente muy masculina.Es a lo que se animó o con lo que pudo.
Virginia Despentes, pareja de Paul B. Preciado( antes era Beatriz Preciado), observa las reuniones cerradas de hombres donde no dejan entrar mujeres, esas reuniones sociales donde siempre y de modo rígido los hombres se sientan juntos y las mujeres juntas y no se mezclan. Esas amigas que desean mucho más compartir tiempo juntas que con sus propias parejas heterosexuales, los deportes masculinos de exceso de contacto, los vestuarios de hombres donde se miran, y compiten por el tamaño de sus miembros.Una paciente heterosexual hace un tiempo me comentaba que ella deseaba saber qué se sentía cuando se penetraba. Lo masculino en las mujeres, lo femenino en los hombres, lo homo, lo trans en algún grado en todos.
La diferencia es que algunos/as son personas trans u homosexuales en su mayoría del tiempo, porque aún en estas personas, ellos/as/es, dirían » estoy siendo trans» siempre en gerundio ya que la sexualidad se sigue construyendo hasta el final de la vida.
Una amiga que está en una institución geriátrica mixta me comentaba la cantidad de parejas lesbianas que se formaban, y me decía » uno no juzga ya que acá nunca se sabe, es como en la cárcel, te dan un poco de afecto y…»
La pulsión sexual «pulsa» por satisfacerse de forma directa o sublimada, igualmente, como dice Lacan » la relación sexual no existe», haciendo referencia a que la satisfacción total, perfecta y armónica no puede lograrse nunca. «Cada uno/a tiene que arreglárselas con el desarreglo esencial de la sexualidad», decía ayer un orador discípulo de Lacan sobre la no relación sexual.
Más allá de la heterosexualidad, la homo , la transexualidad, la monogomia o el poliamor, no hay «proporción sexual», como dicen los psicoanalistas sobre la imposibilidad del encastre perfecto con un otro/a/e.
Lic.Dolores Rueda