En los últimos meses he escuchado a diversos pacientes, varones y mujeres, decir en sus consultas sexuales que no saben si el otro/a lo está pasando bien en el encuentro sexual, y esto les pasa tanto en una relación casual como en una estable, » el sexo mudo»!!! nadie se anima a expresar ruidos, gemidos, expresiones auditivas que demuestren que uno/a lo está pasando bien o que nuestro compañero/a va bien haciendo esto o aquello.Es más refieren reprimir esos «ruiditos o expresiones de placer», o sea que nadie tiene feedback! de cómo va el encuentro. Ninguno/a quiere dar el primer paso, aún hoy en esta era, supuestamente, tan abierta y liberada, todos/as siguen de alguna forma «fingiendo» y no sólo el orgasmo sino no queriendo demostrar por pudor, verguenza o que él o ella no vaya a pensar que estoy taaan contento/a que quiero matrimonio, hijos/as y hogar compartido! o por no mostrar las vulneralidades mutuas, o los deseos, poses, prácticas sexuales que más nos gustan, entonces el encuentro termina siendo un «como si», y vienen al consultorio y dicen » no sé si él o ella lo está pasando bien».
En diciembre me pidieron una charla de «órganos sexuales» desde el centro de estudiantes de un colegio, por supuesto que les devolví la pelota a ellos/as, estudiantes de cuarto, quinto y sexto de Secundaria y entre vulva, clítoris, pene,ano salió también oído y cerebro!
Cuando no usamos la voz y el oído del otro/a estamos dejando por fuera una fuerte fuente de excitación sexual, que puede encender mucho más que tocar con «pericia» el inexistente para muchos»punto G». Decir cosas «al oído» subidas de tono, expresar con gemidos, ruidos o gritos algo que nos está gustando eleva la temperatura de la escena sexual que estemos transitando, eso sí pongan música para evitar el famoso¿los vecinos oirán??, o si hay hijos/as u otras personas que vivan en la casa… y suelten sus voces.
Lic. Dolores Rueda
Totalmente. Nada más divertido que las «charlas» durante un buen polvo por no mencionar los finales a toda orquesta. Eso sí . . . los edificios modernos traen paredes demasiado finas.