El Punto P es un lugar de intenso placer en el ano masculino, es el Punto de la Próstata, como cualquier otra parte del cuerpo pero escondido y muchísimas personas no saben de su existencia. Tiene el tamaño de una nuez.»Haberlo sabido antes», de nuevo se escucha esta frase en personas de parejas de larga duración y que nunca lo habían escuchado. Por cultura y educación el ano es un lugar del cual no se habla mucho,y siempre se asocia a la homosexualidad masculina y esta es la principal razón por la cual muchos hombres no quieren que sus parejas lo estimulen. Pero para quienes estén dispuestos a enfrentar sus prejuicios y fantasmas (también este preconcepto lo tienen muchas mujeres), pueden animarse a explorar esta zona de su compañero por supuesto si hay consenso.Toda la educación sexual masculina se ha centrado en el pene del hombre como si este fuera el único posible disparador de orgasmos y del ano no se habla…
Incluso para la universal consulta sexológica de disfunción eréctil ,la estimulación del ano puede ser mucho más poderosa que la pastillita azul. Se puede comenzar estimulando los testículos( muchas veces olvidados) y el perineo (es la zona que va de los testículos al ano), para luego llegar a bordear la zona anal y cuando se esté listo/a, con mucho lubricante en los dedos se puede explorar el Punto P.
Por supuesto esta práctica puede no ser para todas las parejas, pero me parece importante saber que el ano no es una parte más del cuerpo sino que es una parte con muchísimas terminaciones nerviosas y que quizás por pudor, prurito, fantasmas o por poca confianza entre los compañeros sexuales no se tiene en cuenta en el momento del encuentro íntimo, para pedirlo, proponerlo o para probar y sino agrada a la pareja, se elegirá no repetir.
Lo que menos propongo es que esto se considere » un deber» sino como una variante más del encuentro y siempre pensando a la sexualidad como el continuum del juego del niño, ahora» el jugar y el fantasear» entre los adultos de la pareja sería el alma del sexo, pero… lamentablemente se sigue escuchando frases sobre el sexo tales como «hice los deberes», » cumplí»… habrán sido niños donde los padres pusieron más hincapié en que» hagan las tareas»y mucho menos en la importancia del jugar?, niños poco conectados con el placer que ahora se convirtieron en adultos anestesiados, serios y formales, que sólo viven una vida de reglas y normas?
Lic. Dolores Rueda