Al dedicarme a temáticas de pareja y sexualidad en mi consultorio recibo mayormente este tipo de consultas. Hay una que me ha llamado la atención y la quiero compartir, es la relación entre infidelidad femenina y baja autoestima. La gran mayoría de mujeres que están teniendo una relación extramatrimonial son mujeres inseguras, un solo caso que traté que era la excepción a la regla, era una mujer que tenía un rol masculino en muchas áreas de su vida y era una mujer segura.
Algunas de las coincidencias, más allá que en la clínica se trabaja el caso por caso, era que además de tener una muy baja autoestima, tenían un compañero altamente controlador y descalificador.
La infidelidad es por muchas y variadas razones pero esta en particular me ha despertado interés, ya que parece una» huída», como si fuera la única salida de una pareja que encarcela, y dónde la mirada del otro, extranjero a la pareja » devuelve» algo de su «Ser» a esta mujer.
En esta época de altas tecnologías es alarmante la cantidad de dispositivos que ambos miembros de la pareja usan para controlarse y que a veces incluso son consensuados, como si » saber todo del otro» bajara las posibilidades de que el otro engañe.
Otros casos de infidelidad femenina repetidos son por una no resolución del complejo de Edipo, donde claramente es necesario estar de » a tres» o de » a cuatro» para satisfacer un goce, se necesita al marido y al amante y que el amante tenga pareja. Sería como poder estar en el medio de » mamá y papá».Esto se ve como condición necesaria, se repite, el otro no sería atractivo sino tuviera mujer. Por supuesto que esto también ocurre al revés , en la infidelidad masculina.
La posibilidad de infidelidad está siempre presente en las parejas, la mayor garantía para que esto no ocurra, no se lleve al acto y quede en la fantasía, es que lo que uno construyó, esté tan bueno que uno no quiera ponerlo en riesgo. Nada más. Ningún dispositivo de control logra que las personas elijan ser fieles.
Lic. Dolores Rueda