En la clínica me encuentro con parejas de muy corto tiempo, 5 años por ejemplo, que creen que» ya está» , que la monogamia es imposible, que era para cuando la gente vivía hasta los 40 años, que es más fácil pensarse a lo largo de la vida con dos ,tres o cuatro parejas diferentes. Por supuesto que esto puede ser una opción para muchos, la » monogamia seriada» , pero también existe continuar con la misma pareja , construyendo algo satisfactorio para ambos, es fácil? no. Pero es el mismo esfuerzo que el que va a poner una persona que va a estar 20 años con cada una de tres parejas distintas. La pareja es como una empresa que si uno quiere continuar con éxito, y que la empresa no caiga, uno tendrá que hacer cosas, el problema es que los miembros de la pareja no quieren hacer lo que hay que hacer. Algunos lo hacen luego de una enfermedad grave, o de una infidelidad, o sea cuando toman conciencia de la fugacidad de la vida, revalorizan los vínculos que tienen o para » reparar» luego de un engaño. El trabajo con parejas luego de una infidelidad se trata básicamente de entender qué significó esa infidelidad para la persona que la cometió y si el otro miembro logra perdonar, aunque muchas veces no fue » contra la otra persona» sino más bien algo que tiene que ver con la propia persona.
Cuando hablo del segundo o tercer matrimonio con la misma persona, es porque a lo largo de los años de la pareja es necesario » recontratar», los dos integrantes no son siempre los mismos, por suerte se van desarrollando, van creciendo, aunque no siempre a la par… y si quieren seguir juntos y con ganas hay que seguir negociando toda la vida.
Un buen termómetro para ver si vamos bien en la construcción y desarrollo de nuestra pareja es qué tan parecidos o distintos somos a quiénes seríamos sino estuviéramos en pareja. Si nos pensamos » solos» y no seríamos muy diferentes a quienes somos estando en pareja, es que hemos logrado conservar nuestra autonomía a pesar de estar en pareja , pero si hemos cedido una buena parte de nuestro «yo» por estar en pareja, los conflictos aparecerán más intensamente.
La pareja es un organismo vivo, dinámico, es un gran desafío mantenerse en una relación con la misma persona a lo largo del tiempo de forma satisfactoria, interesante, apasionada… pero si ponemos las mismas ganas que ponemos en cualquiera otra de nuestras pasiones, los resultados se ven, se disfrutan.
Generalmente en una segunda pareja, uno » corrige» muchas cosas que no anduvieron en la «primer » pareja, » tolera» y » deja pasar» muchas cuestiones, acepta con mayor comprensión las diferencias con el otro. Si uno hace esto mismo con la persona que ya está, puede tener lo que yo llamo » un segundo matrimonio» con la misma persona.
Por supuesto que no siempre es posible, muchas veces las diferencias son irreconciliables, y lo más sano es » cortar» ese vínculo, ya que para » recontratar» se necesitan dos.
Lic. Dolores Rueda