La Intersexualidad psíquica,un tema del que no se habla.

La Intersexualidad refiere a una persona que nace con características biológicas de ambos sexos y que por sus características cromosómicas gonadales y/o genitales desafía los criterios binarios de clasificación médico-jurídico para el varón y para la mujer.

La intersección entre el plano natural y cultural se visibiliza claramente en los cuerpos que nacen con una genitalidad que nuestra cultura entiende como ambigua, ya que no responde a los parámetros esperados para el sexo femenino o masculino.

La Intersexualidad no es una «urgencia médica» en sí misma, en todo caso se trata de una problemática social en tanto amenaza al sistema de clasificación dominante.

En esta perspectiva,entendemos que la intersexualidad no es una enfermedad sino una condición de no conformidad física con criterios culturales de lo que se entiende como «normalidad» corporal.

Algunas personas intersex reivindican la intersexualidad como una identidad en sí misma.

Las personas intersex tienen derecho a la integridad y la autodeterminación de su propio cuerpo, el consentimiento previo,libre,y completamente informado del individuo intersex es un requisito que se debe garantizar en todos los protocolos y prácticas médicas.(Dirección General de la Mujer,Ministerio de Desarrollo Humano)

Pero lo importante de ésto y lo quería reflexionar en esta oportunidad es que a cualquier persona le resultaría fácil observar y comprender las combinaciones físicas genitales, cromosómicas y hormonales que puede traer una persona al nacer. Ahora cuando una persona nació con lo físico, cromosómico y hormonal «alineado «en uno de los dos sexos que llamamos femenino y masculino, es mucho más difícil de comprender su «intersexualidad psíquica» que es lo que vivencian por ejemplo las personas «gender fluid» o de género fluído, en las cuales no tiene que haber ninguna característica física combinada para sentirse así.Y la «intersexualidad psíquica» también arrojaría luz sobre un montón de vivencias que se observan en la clínica,todo el abanico de gradientes que expresan los pacientes entre su sexualidad física, su vivencia psíquica de sentirse hombre, mujer u otra nominación,su elección de objeto, su posición sexuada y la singularidad de su goce.

Lic. Dolores Rueda

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *